Derechos básicos de un usuario bancario

 

Los usuarios de banca en España tienen una serie de derechos básicos que todas las entidades financieras deben cumplir. Según el Banco de España, el cliente tiene unos derechos mínimos antes de contratar, al contratar y después de contratar un producto. Casi todos tienen que ver con la información que el cliente debe recibir para entender bien lo que contrata.

Antes de contratar, el cliente tiene derecho a recibir información sobre las comisiones bancarias y los gastos que le pueden cobrar; derecho a recibir información sobre los tipos de cambio para operaciones de compraventa de divisas o de billetes extranjeros cuyo importe no supere los 3.000 euros; derecho a obtener gratis ofertas vinculantes de la entidad en préstamos hipotecarios sobre viviendas, subrogaciones hipotecarias por cambio de entidad; derecho a conocer los modelos de contrato de las operaciones o productos ofrecidos por las entidades; derecho a recibir de la entidad de crédito toda la información necesaria para entender bien la operación o producto ofertado.

Al contratar, usted tiene derecho a recibir un ejemplar del contrato, según la Orden EHA/1608/2010, de 14 de junio sobre transparencia de las condiciones y requisitos de información aplicables a los servicios de pago y la Orden EHA 2899/2011, de 28 de octubre, de transparencia y protección del cliente de servicios bancarios.

Después de contratar, tiene derecho a recibir los extractos y los documentos de liquidación de intereses y comisiones bancarias, para las operaciones no consideradas de pago, mientras que, para las operaciones de pago, es obligatorio proporcionar determinada información tanto ante operaciones singulares como en operaciones vinculadas a contratos marco; derecho a recibir información previa sobre los cambios que decida su entidad sobre el tipo de interés, las comisiones bancarias y los gastos de las operaciones que le afecten; derecho a disponer de un procedimiento para resolver sus reclamaciones, quejas y consultas, en caso de no estar de acuerdo con la entidad en las operaciones que le afecten, o ante cualquier duda que le pueda surgir.